lunes, 20 de junio de 2016

Moldeando un barro oscuro y gaseoso.

Hay personas de las que lo recuerdo todo, hasta lo malo, porque soltamos la cuerda que nos unía.

Hay otras de las que tengo que convencerme de que la cuerda hace mucho que se difuminó en el tiempo, en Madrid o en Sevilla, justo cuando yo llegaba.

Pero tú pusiste un anzuelo en mi extremo, me lo clavaste en la mano y tiraste hasta que se me resquebrajó. Nadie quiere recordar eso.

Te voy a recordar como un niño vulnerable, corriendo sofocado.
Me quiero acordar de ti como redondito,
incómodo y vergonzoso.
Vas a ser unos puños cerrados luchando por dar pasitos cortos,
entre patéticos y enternecedores.

Eso quiero que seas en mi memoria, ya que es el único recuerdo que no me angustia, que no me hace sentir nostálgica. Es la única imagen que tengo tuya que no me hace sentir engañada, en la que no me siento bajo tu dominio de macho alfa tan penoso.  Es lo único que me hace sonreír y sentir algo de cariño por tu sombra.

0 regalitos:

Publicar un comentario

Lo más leído