lunes, 25 de febrero de 2019

La vela de la izquierda

El techo de la catedral me resultó agobiante. Había una parte que estaba en obras, igual que mi corazón, igual que mi autoconciencia. Las demás partes estaban atestadas de turistas y las escaleras provocaron que llegara exhausta a los pies de la Madonnina, igual que a tu corazón, si es que alguna vez lo tuviste. 

Miré desde arriba los ríos de personas, hormiguitas a la moda. Miré los edificios, bastante poco inspiradores bajo el atardecer contaminado. Me imaginé el portal que quizás siga obsesionando a uno de tus cadáveres emocionales.  Pensé "quiero que Milán siga siendo un efímero paseo olvidado del año 2014". Aprecié lo gótico del momento, pensé que era una ciudad con un porcentaje suficientemente feo como para guardar solo un paseo mío y tus historias exageradas. 

Ho pensato che forse sono troppo diversa alla persona che ero prima. Ho pensato che forse non mi piace così tanto parlare italiano. Ho pensato che è una lingua del mio passato con la quale non arrivo più a descrivermi.

"Poverina lei!" ho pensato a gridare da quel tetto. 

Al entrar en la catedral busqué el techo sin remedio, como queriendo atravesarlo con la mirada. Busqué durante unos 15 minutos algo extraordinario, una señal, una respuesta, una conexión con el pasado.

Entonces cometí un último acto romántico. Encendí una velita. Una que no fuera para rezar por nadie. Un arrebato de santería para purgar el lugar de tus pecados. Una luz ínfima para sentirme unida a aquella chica de los portales, a la que huyó de aquel doctorado, a la del corazón roto y recompuesto mil y una veces, a la que dices que estaba loca, a la que seguramente no era tan celosa. 

Una llamita para decirles que las quiero, que no están solas, que no están locas y que no te creo, que no os creo. 

Una velita para que se queme tu recuerdo. 


viernes, 8 de febrero de 2019

De un saludo me exprimes el alma

Ya te confié una vez el miedo que tenía a que me hicieras daño.

Lo puse en tus brazos mientras me ponía a mí misma en los tuyos, mientras mis lágrimas de puro terror se mezclaban con nuestros primeros besos.

No te importó.

No pienso volver a correr el riesgo.

martes, 5 de febrero de 2019

Esta noche voy a un tributo

Los viejos grupos de rock, sobre todo Led Zeppelin, me hacen sentirme conectada a mí como ser continuo. Leí hace poco que nuestras células se renuevan cada cierto tiempo y que hay un intervalo  temporal en el que nuestros yos en los extremos son completamente diferentes. A mí los rift de guitarra me obligan a no renunciar a partes puras de mí que se presuponen mutadas o perdidas. 

Una carrera en el parque de Colón, una primavera con un sol que no llega a ser de justicia. Demostrar ser rebeldes y diferentes con concursos de matemáticas, en los que en realidad casi concursaba para ser digna de ti. Pantalón pirata, camiseta gris con la cara de una mujer, zapatillas blancas. Queen en la retaguardia, The Doors en mi corazón para siempre.

¿Sabes que a todo el que pasa le doy un trocito de tu yo mutado y perdido? "Toma, para ti. Así amé una vez." De esa manera tan entregada, caótica y egoísta. Con esta banda sonora me llevé por delante a todo lo que quise, porque la prioridad era descubrir el mundo. Abandonando aquella banda sonora aprendí a querer de otras maneras, más o menos intensas, nunca sabría decir si mejores o peores. Casi todas esas maneras, sobre todo el sufrimiento desprendido, han quedado en este blog recogidas. Las formas de no ser querida, las formas que tuvo el destino de devolverme los corazones rotos en la adolescencia. 

Mientras, tú pasabas de ser persona a un recurso literario, una metáfora de la simplicidad del primer amor,  el espectro del deber inamovible de amar. 

Ahora he cambiado, procuro que me den y dar la mano además del alma.  Pero te juro que el recuerdo de aquellos suspiros, el recuerdo de quererte de esa manera no lo cambio por nada. Por eso sigo escuchando Led Zeppelin.

"Querido lector, probablemente amigo, quizás alma escondida, quizás verdugo morboso. Toma, para ti. Así amé una vez. Nunca más volví a hacerlo así. Nunca más quiero hacerlo. No uses esto en tu beneficio."

Lo más leído