Ya te confié una vez el miedo que tenía a que me hicieras daño.
Lo puse en tus brazos mientras me ponía a mí misma en los tuyos, mientras mis lágrimas de puro terror se mezclaban con nuestros primeros besos.
No te importó.
No pienso volver a correr el riesgo.
viernes, 8 de febrero de 2019
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