martes, 19 de noviembre de 2013

Habla razón, habla.

Desaparece de mis sueños. Me hacen volver al pasado mientras un pequeña parte de mí se queda  en la realidad. La odio. Me hace recordar los caminos que no tomé. Me tortura. Me he quedado atrás. Como si el tiempo se me hubiera parado en los sentimientos por todo. No quiero crecer, no quiero cambiar, me gustaban las cosas antes, antes de darme cuenta que todo se acaba.

Pensaba que siempre podría volver atrás, que tenía el mundo en mis manos. Pero no. Solo lo tengo en mis sueños. Me amenazan con destruir mi vida, mi intento de felicidad que se desvanece cada vez que cierro los ojos.

Me sereno pensando que esto me hace más fuerte, que me da perspectiva para enfrentarme a lo que me queda del mundo. Pero no es así, solo estoy perdida en una maraña de ansiedad por canciones que nunca sonaron, en proyectos de “te lo doy todo.” ¿Dónde quedó?


Una frase se me viene ahora a la cabeza: “Jesucristo es la persona más famosa del mundo y no se parece en nada al hombre que fue realmente.”  Me dijiste esa frase un día, en realidad fue el día de nuestro primer beso, y me he dado cuenta de que una ironía del destino ha querido que tú te transformes en la persona más famosa en mi cabeza, que en nada se parece a quien eres realmente.


Soy consciente de mi realidad, soy racional, soy inteligente, sé muy bien que vivo en un sin sentido que ya nada tiene que ver contigo. Entonces,  ¿por qué soy incapaz de olvidarte?

miércoles, 30 de octubre de 2013

Remodelación

          Estoy aprendiendo a ser como soy, a no pretender otra cosa. A meterme en los follones que me apetezca. A no renunciar y también a no obsesionarme. A reflexionar de todas las situaciones que me rodean y concluir que solo debo sentir pena, y no rabia, de aquellos que pueden ser felices y están enfadados con la vida.

         Estoy en una etapa de mi vida en la que quiero reconocer mis fracasos y afrontarlos con dignidad, serena y con cabeza. Quiero poder mirar al odio con una sonrisa despreocupada. Quiero darle importancia a las cosas porque las que lucharía. Quiero ser lo que soy y adaptarlo al mismo tiempo a lo que quiero ser. 

         Y poco a poco, sonreír en cualquier situación, aunque sea entre lágrimas.

viernes, 25 de octubre de 2013

Dime a qué te recuerda esta lluvia

Hoy ha llovido en París y se me hizo de noche. Me he sentido una intrusa entre las luces de la calle y la humedad me ha recordado la primera lluvia otoñal, la que te despide inevitablemente del verano y te introduce en un nuevo comienzo. 

Recuerdo muy bien la tarde de mis trece años en los que me di cuenta que el frío se me había echado encima. Estaba con Elisa,  mi amiga de entonces,  cuyas sutiles diferencias culturales nos fueron alejando paulatinamente.  Vimos jugar al tenis a unos compañeros de clase y, cuando estábamos de regreso a mi casa nos encontramos con Pablo,  el único por el que sentiría algo (aunque fuese meramente el descubrimiento de un nuevo universo que poco tenía que ver con él) antes de conocerte. 

Recuerdo que fue increíblemente fácil empezar a salir con él a pesar de ser tres años más pequeña,  una diferencia que considerábamos abismal por aquel entonces.  Me gustaba tener novio, me hacía sentirme importante de cara a una sociedad preadolescente en la que nunca había sido muy popular.  

Sentía una emoción especial relativamente infantil.  Éramos nuevos en todo aquello y lo poco que hacíamos no lo sabíamos hacer. Pero me sentía bien,  lo nuevo no suele aburrir.

Por eso la humedad de la lluvia en París me ha transportado por sorpresa a mi barrio en Córdoba, me ha hecho perder unos centímetros y cerca de 10 kilos,  me ha recordado al principio de una ilusión con fecha de caducidad y me ha hecho sonreír como una pícara niña  que piensa transgredir sin saber cómo algunas barreras emocionales. 

miércoles, 23 de octubre de 2013

Me alejas tanto de la Muerte

Me da miedo negarte,
me alejas tanto de la muerte...

Eres un objetivo inerte
que se aleja en el tiempo.
Mas mi mente lo revive
cual cadáver que baila sin miedo,
me arrodillo en mis esquinas
y lloro con fervor y sentimiento.
Y estoy contenta
de todo lo que vivo sin tu besos
porque mientras no te tenga
siempre podré seguir viviendo.

martes, 22 de octubre de 2013

Algunas notas que he encontrado

Mi mente inconsciente se aferra a objetos caducados de sentimientos.  Son vestigios de la chica que fui una vez,  me gustan a pesar de la sombra negra a la que me arrastran si pienso en su historia.

Me he pasado toda la vida esperando encontrarte a la vuelta de la esquina.  Sigo esperando un guiño del destino,  una casualidad en una película después de un veinte años después.  Conjeturas imposibles,  pero no tanto porque seguimos vivos.  Y recuerdos cada vez más borrosos y lejanos.  Que se funden en negro en el salón de tu casa. Tu recuerdo y el mío olvidado es mi recurso salvavidas en mi nada diaria.  Es la excusa de mis pecados,  ya puedo hacerlo todo porque nunca estarás conmigo,  aunque puede que sí,  porque no hemos muerto.  Esa es mi espiral temporal.

viernes, 23 de agosto de 2013

You make me real

Tú me haces real. Tú me hacías real. Eso pensaba mientras The Doors resonaban en mis oídos adolescentes. 

Sentía que completabas la parte de realidad que me faltaba y realizabas mis partes absurdas.  Si tú eras real,  cualquier cosa lo era,  todo era posible.

"You make me real, you make me feel like lovers feel.

jueves, 8 de agosto de 2013

Pestañeo Lento

A veces, cuando estoy en un lugar atestado de gente con música atronadora cierro los ojos y me transporto a épocas de mi pasado. Recuerdo mi niñez en las noches en las que el horario se desfasaba en fiestas puntuales y todo me superaba en forma de ruido mientras una somnolencia creciente se apoderaba de mí. También recuerdo la adolescencia en las que ese sonido prematuro representaba el misterio de la noche que estaba por venir y que todavía me estaba prohibida.

Lo prohibido, lo inaccesible, como algo desconocido siempre me pareció mágico y especial, aunque después comprobase que lo único mágico que tenía era la adrenalina de transgredirlo. Cuando cierro los ojos en un concierto, siento que vuelvo a rebelarme contra pequeñas normas preestablecidas.

domingo, 14 de julio de 2013

Soñar dormido

Los sueños. La filosofía de los sueños se desdibuja en cada persona. Existen dos tipos de sueños, los materiales y los metafóricos, y hay días en que ambos se funden en una realidad de un mundo paralelo. 

Muchas veces, nuestra razón no distingue cuando un sueño real nos informa de nuestro deseos más escondidos. A menudo, no desearíamos que así fuera. Encontrarte frente a frente con tu parte más oscura y desesperada en otra realidad no es plato de buen gusto para todos. A algunos les carcome el alma y , sobre todo, la moral.

Pero, ¿donde vivir un deseo prohibido mejor que en un sueño? Cada noche nuestro yo juega a la doble vida y muere sin dejar el más mínimo rastro de culpabilidad. Las sensaciones son fuertes en nuestro cerebro, podemos recordar cosas que no han pasado, podemos ser muchas personas o haber sido un dios de ese mundo cerrado. 


Si sueñas despierto te obsesionan tus propias ideas, te poseen y te hacen cometer actos de los que te arrepentirías. Haz todo lo que quieras sin remordimientos: sueña dormido.

viernes, 21 de junio de 2013

Los Dioses de Piedra

"Las enormes estatuas de mármol me persiguen en mis sueños. Pretenden ser griegas, antiguas, místicas." En la gran avenida de una Venecia helénica, los edificios delimitan sus pelvis. Me intimidan mientras me producen una fascinación difícil de despertar en mi alma hastiada."

En un equilibrio imposible, comencé a correr por el bordillo del canal. Entre los hermanos del Coloso de Rodas los comercios y restaurantes se despedían de mí. Tenía prisa, la familia nunca espera, o eso nos habían enseñado en el colegio. Me encontré con ellos al final de la avenida. La excursión estaba a punto de comenzar.

Al doblar la esquina, el antiguo foro nos acechaba. Entorné los ojos y pude fantasmas comerciando en la plaza, intercambiando montones de verduras por animales o empezando una tradición de lujuria y monedas de hojalata. A nuestro alrededor, con la mirada postrada en la tierra, cuarenta y ocho columnas de piedra pulida reflejaban el sol, un sol rojizo y apocalíptico. Abrí los ojos, el perfume del mar me había hecho dejar de soñar despierta. En el otro extremo de la plaza, todos estaba cruzando un carcomido pórtico de madera.

Me dirigí hacia allá manipulada  por un estruendoso rumor de olas, como la melancolía bajo los efectos de la luna llena. Me asomé despacio y quedé completamente conquistada por un paisaje tan lumínico como funesto: Ruinas del gran templo griego. El cambio climático había provocado la subida del nivel del mar hasta conseguir que las olas rompieran con fuerza a los pies de Zeus. Los dioses, de un tamaño desmesurado, se estaban ahogando. De algunos solo quedaban macabros miembros de mármol, brazos y cabeza cuyo destino irremediable era el fondo del mar, como casi todo en la tierra. 

A pesar de ello, sentía que nada podría destruir la majestuosidad de la creación de nuestros ancestros, si acaso el destroce la había hecho más especial. El agua se desparramaba por el suelo y salía de los resquicios de las estatuas, produciendo maravillosas cascadas saladas. Quise reírme del mundo y me abracé al tobillo de Zeus. Un enorme acantilado me amenazaba y el mar, impasible, me dijo: "Has sido afortunada."

lunes, 17 de junio de 2013

Una brizna de cabello


Elevaste la vista mientras mis dedos acababan de enredarse en tu cabello.
"Prométeme que nunca perderemos el contacto," me dijiste.

Tu mirada era melancólica y peligrosamente transparente. El destino me tomaba el pelo.
Sonreí entonces malherida y vanidosa. Le quité hierro al asunto.

"Mientras te recuerde que existo, nunca podrás olvidarte de mí del todo," pensé.
Una brizna de cabello floreció en mi corazón, una esperanza inútil.



Y mis trenzas crecieron y crecieron sin fin

tal y como te hubiese gustado

cuando con mis sueños te compartí.

No las verás ni te importa

y ni siquiera me importa a mí.



Pero en esta madrugada a un fugaz pensamiento me acogí:

"Ya no te recuerdo que existo y ya no recuerdas quién fui."

miércoles, 29 de mayo de 2013

La muerte de la Soledad

Tras meses sin publicar me gustaría compartir con todos y en especial con mis amigos un pensamiento que especialmente hoy me recorre los entresijos de la mente.


La soledad. El sentimiento de soledad y la necesidad de aceptación social aliena a las personas, incluso a mí en algún momento de mi vida. Son los mayores enemigos de la gente libre. 

Las personas, con tal de hacerse un hueco en una microcomunidad modifican y reprimen su comportamiento. Llegan incluso a decir lo contrario de lo que piensan, sonríen como muñecos de cera cuando no les apetece y alaban a gente que detestan con el objetivo de ser un modelo para sus semejantes. Mientras tanto, van envenenando su alma poniendo zancadillas a escondidas y tratando de sabotear la felicidad de sus amigos. Otras, por su parte, son incapaces de tener un compromiso  de amistad, de dar la cara y estar con sus amigos cuando lo necesitan. 

Esas son los individuos a los cuales  las personas con un círculo de amigos envidian, las personas populares. Pero éstas son las que están más solas, porque no los quieren por lo que son, sino por el personaje al que interpretan.

Hace aproximadamente un año decidí desechar de mi vida a todo lo que me produjese sentimientos contraproducentes para con mi felicidad. A todos que quieren contagiar su odio y su envidia, a los que viven orgulloso de ser ignorantes, a los que se creen que saben demasiado y a los que están encantados de haberse conocido. 

Me he acogido a esta máxima a riesgo de ser más que impopular y de generar comentarios en mi contra. El resultado de esta conducta ha sido revelador. Ahora, los amigos que tengo son los que me aceptan tal y como soy. No tengo secretos, si algo se me pasa por la cabeza lo digo sin miedo porque no le tengo miedo a la soledad, y  no tener miedo me da fuerza para reafirmarme en mi postura. 


No temáis a ser vosotros mismos, no temáis a ser políticamente incorrectos en algún momento si realmente os lo pide el cuerpo. Porque si sois fieles a vosotros mismos, si desnudáis vuestros sentimientos nadie tendrá por qué desconfiar de vosotros y sabréis diferenciar a quien os estima de quien no os aportará nada bueno.


Dedicado a Rubén, Miguel y Gonzalo, quienes me hacen sentir la persona más querida y estimada del mundo. No solo por las cosas buenas, sino también por como se sinceran conmigo y aceptan mis fallos.
  


viernes, 8 de febrero de 2013

Niña, niña, niña

Puedo responderle a tu sombra que yo no jugaba a ser mayor. Tu sí. Esa es la razón por la que mis sentimientos eran de verdad y los tuyos un mero borrador a día de hoy.

Me torturo y acallo a cada momento en un debate interno de años que me atosiga sin descanso. Me doy cuenta de que el misticismo que yo atribuía a la palabra "nosotros" no era más que engaño, que ficción romántica. 

No me arrepiento, es más, me siento orgullosa de poder creer aún en la pareja más allá de lo terrenal, de lo conveniente, de la complicidad. Me siento privilegiada por no haber caído en la madurez social, de esperar más y más de la vida, de buscar de forma exigente en las entrañas de todo para que cuando encuentre merezca la pena.

Me entristece profundamente que sientas pena por mí, porque la persona de la que yo me enamoré nunca haría eso, sentiría admiración.  Me decepciona enormemente que te hayas conformado con la primera opción fácil que encontraste en la gran capital. 

¿Sabes? Me gustaba más aquel niño que jugaba a ser mayor que el mayor que se atreve a despreciar lo que sintió ese niño. No eres tú, ya no, por mucho que cuando te mire ese niño me grite desde el fondo de tus ojos en mis sueños. No puedo hacer nada para salvarlo. Supongo que yo también he crecido.

 

domingo, 3 de febrero de 2013

En mi pelo


Me he despertado
Y olía a ti,
después de un sueño,
pesadilla vil.
Venías por casualidad
y no me amabas y sí.

En la distancia compartías
mi mundo más esencial,
te integrabas extragavante
en mis matemáticas y mi azar.

Y olía a ti,
Aún cuando me he despertado.
Esperando proveniencia externa
lo he buscado por todos lados.
He buscado en una irónica casualidad
Pero ha sido en mi pelo, en el tuyo
Donde lo he encontrado.

Nunca recuerdo fragancias
salvo la tuya.
Igual eres un sueño, emoción,
 tu mano no es suya.
Eres lo que yo quiero que seas
pero no tú, eres esencia pura.

Mientras tu perfume se fundía,
me he vuelto loca de atar,
agarrando sin cesar el viento
acariciándome el pelo a rabiar.

Caminaba,  melancólica,
procurando no pensar.
Te ibas, como en mi sueño,
yo volvía a la vida real. 

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