lunes, 17 de junio de 2013

Una brizna de cabello


Elevaste la vista mientras mis dedos acababan de enredarse en tu cabello.
"Prométeme que nunca perderemos el contacto," me dijiste.

Tu mirada era melancólica y peligrosamente transparente. El destino me tomaba el pelo.
Sonreí entonces malherida y vanidosa. Le quité hierro al asunto.

"Mientras te recuerde que existo, nunca podrás olvidarte de mí del todo," pensé.
Una brizna de cabello floreció en mi corazón, una esperanza inútil.



Y mis trenzas crecieron y crecieron sin fin

tal y como te hubiese gustado

cuando con mis sueños te compartí.

No las verás ni te importa

y ni siquiera me importa a mí.



Pero en esta madrugada a un fugaz pensamiento me acogí:

"Ya no te recuerdo que existo y ya no recuerdas quién fui."

1 regalitos:

Lucien. dijo...

Llegué por el blog de las poesías de Morrison, y me encontré con una linda sorpresa en tus letras.
Eso nomás, que siga la escritura.
¡Saludos!

Publicar un comentario

Lo más leído