miércoles, 17 de marzo de 2010

Sueño Sensitivo de tu Recuerdo

sueño
En aquella tarde azul oscuro yo paseaba tranquilamente por aquella urbanización residencial tan lujosa.
Al pasar por delante de una de las mansiones tuve que retroceder: un coche acababa de arremeter contra la verja, atravesándola. Un chico iba al volante, me preguntó si me apetecía subir a dar un paseo. Como mi ánimo se encontraba decaído y no tenía nada mejor que hacer accedí. Conducía como un loco, acortando por los campos de golf. Me dijo que íbamos a una fiesta.
En el trayecto descubrí que era encantador, muy atento y compartíamos aficiones. Todo parecía indicar que aquella noche, si nada lo impedía, algo surgiría entre nosotros.


La fiesta se celebraba en una casa muy grande. Allí el chico me presentó a Beatriz, una rubia con el pelo corto y siempre sonriente, con la que cogí confianza rápidamente. Nos pusimos a charlar animadamente en una salita oscura con una pequeña luz que la iluminaba tenuemente. Mientras tanto, el chico se preparaba en un cuarto continuo para lo que pudiera surgir. La noche prometía.

Pero entonces llegaste tú. Estabas sentado junto a mí. En mi sueño pude olerte, es la primera vez que he sentido un olor en un sueño. Ese olor que me atrae irrevocablemente hacia la fatalidad de haberte perdido.
Sin embargo allí estabas, dispuesto a dejar que me rindiera a ti cuando todo parecía ir bien. Como pasó la primera vez, cuando renuncié a mis sueños adolescentes para alcanzarte. Tú simbolizas la pasión que me hace dejarlo todo para llegar a la incertidumbre.
Nos fundimos en el abrazo mismo de "Los Amantes" de Rodin. Te besé sin pensar en nada más, sin importarme las voces que nos criticaban.

Oscuridad...


No me acuerdo de nada... ¿estoy en una función de teatro? Aquí está todo oscuro... ¿Dónde estás? Te he vuelto a perder.
A gatas retrocedo por un pasillo de personas y me topo contigo, también me estás buscando.
Recuerdo que ya no eres mío y te lo reprocho. Me dices que nada importa. Y yo... yo me aferro a ti, consciente de que tu olor es fruto del sueño entre la almohada y el despertador.
Escalo y rebusco en el edredón, pero inútil mi razón me decepciona.

Como diría Neruda:Como para acercarlo mi mirada lo busca, mi corazón lo busca (hasta mis sueños) y él... él no está conmigo.

0 regalitos:

Publicar un comentario

Lo más leído