Te huelo en mi sudor más repugnante, como una especie de metáfora real. Ya sólo siento sábanas rojas y verano desnudo. Solo escucho turistas por la ventana, solo vuelvo a ver la lámpara del techo. Es que a fuerza de buscarte me aprendí la habitación de memoria. Me aprendí el fondo de los cajones, aquellos sitios donde yo era lo que menos importaban, donde estoy ahora, seguramente, junto con las decenas de cosas que nunca te atreviste a tirar.
Ya no veo lágrimas, creo que lloraba sudor. Y no te veo a ti, o quizás te veo demasiado. Porque solo veo imágenes enfermizas, llenas de polvo, tanto por fuera como por dentro.
Al mismo tiempo me desdoblo y dejo de referirme a ti para volverme a envolver en aquellos problemas que alguien me dijo que me abrazaban. Es así. A mí, en este contexto, los problemas me besan y me abrazan, me hacen desearlos desesperadamente tranquila, buscando una aventura, o irrevocablemente desquiciada, buscando un refugio.
El hecho es que estoy en ese bit en el que no quiero un refugio.
A veces pienso qué hubiera pasado si Madrid no existiese, o si todo fuese Madrid.
sábado, 30 de julio de 2016
Del refugio de tu axila al recuerdo del banco oscuro de tus ojos verdes.
Pensado (o soñado) por
María
a
sábado, julio 30, 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lo más leído
-
Me despierto por la mañana y parece que fue ayer pasarán días, semanas, meses y yo lo recordaré sin saber si tu promesa se romperá. Otros l...
-
De repente, aunque lo presintieras, ves volar el tesoro frágil de tus manos. Estás en un puente y lo observas alejarse flotando en el agua,...
-
Difiere de mí, tacha dos guiones. Pero con una intersección suficiente para compartir nuestras vidas. Con una unión adecuada para poder...
-
Hace mucho tiempo, yo cometí un gran error dejándole escapar. ¿Vas a cometer tú el mismo error dejándome escapar a mí?
-
Estás tan lejos de mi. Es la primera vez que tengo esa sensación de distanciamiento psicológico. Siempre, aunque lejano físicamente y lejan...
-
Iba a pedirte que me aclarases mis dudas, pero tuve miedo. Entonces quise escribirte que no quería saber nada, pero cerré la ventana. Y ahor...
-
Hella no era muy alta pero sabía mirar por encima del hombro a los demás. Solo vivía de noche, nunca recordaba los días. No era de ningún pa...
-
He creado un segundo aquí mismo, bajo tus pies, sobre la mesa para mis amigas. Se destruirá en el segundo siguiente o quizás, c...
-
Ya no queda nada, ni un resquicio de vía, ni un amago de saludo. Hoy di el último paso. Ya no podré saber nada más de ti. Por fin tuve el v...
-
Me cuesta mucho escribir en mis periodos de felicidad. Parece que solo la cuerda de la tristeza guía mi manos desde la cruceta de las emocio...

0 regalitos:
Publicar un comentario