Siempre escribes cosas muy tristes, me decía hace ocho años aquella persona-anécdota.
Cuánto te gusta inventar el futuro, me decía la misma persona justo antes de bajar del tren.
Se equivocaba, escribo cosas del pasado, escribo deseos de comportamiento. Intento descifrar mi vida, no solo mi tristeza.
Tenía razón, me gusta inventar el futuro, y ahora me da miedo. Siento que voy a desfallecer, agarrando, con las pocas fuerzas que tengo, las lianas espacio-temporales.
miércoles, 20 de junio de 2018
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