Me gusta secretamente lo de los secretos, porque no sé guardarlos. Me gusta que me vaya la vida en ello, para obligarme a no contarlos. Porque, como todo el mundo sabe que no sé guardarlos, no esperan que los tenga. No me malenterpretes, no soy nada misteriosa, solo disfruto al encadenar una confesión a la punta de mi lengua.
sábado, 5 de noviembre de 2016
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