miércoles, 16 de noviembre de 2016

Me lo encontré en una mentira

     Entonces caí en la cuenta de que él no era más que una consecuencia de una maravillosa mentira. La mentira que me haría cambiarme las ruedas para ir de una estación a otra. Un engaño que salió bien, y que luego tuvo unas consecuencias regulares. Algo de lo que jamás podré arrepentirme por no querer arrepentirme más si no lo hubiese hecho.

     Y detrás de todo aquello, ajeno a todo eso, al final de un cadena más que estudiada, estaba escondido él.

    "Ya te echo de menos", rezaba el rótulo del autobús.  Esa era la última estación de una serie de paradas ilusorias. Lo que no sabía es que en realidad ya tenía las claves para poder "hacerte de menos" cuando llegáramos a destino.

    Y allí estaba también él, sin saber que yo estaba allí. Él, que en realidad casi no tiene nombre, que no es nadie, que es una casualidad que solo es probabilidad. Bueno, sí, pero el caso es que allí estaba.

0 regalitos:

Publicar un comentario

Lo más leído