Me gusta secretamente lo de los secretos, porque no sé guardarlos. Me gusta que me vaya la vida en ello, para obligarme a no contarlos. Porque, como todo el mundo sabe que no sé guardarlos, no esperan que los tenga. No me malenterpretes, no soy nada misteriosa, solo disfruto al encadenar una confesión a la punta de mi lengua.
sábado, 5 de noviembre de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lo más leído
-
Me despierto por la mañana y parece que fue ayer pasarán días, semanas, meses y yo lo recordaré sin saber si tu promesa se romperá. Otros l...
-
De repente, aunque lo presintieras, ves volar el tesoro frágil de tus manos. Estás en un puente y lo observas alejarse flotando en el agua,...
-
Difiere de mí, tacha dos guiones. Pero con una intersección suficiente para compartir nuestras vidas. Con una unión adecuada para poder...
-
Hace mucho tiempo, yo cometí un gran error dejándole escapar. ¿Vas a cometer tú el mismo error dejándome escapar a mí?
-
Estás tan lejos de mi. Es la primera vez que tengo esa sensación de distanciamiento psicológico. Siempre, aunque lejano físicamente y lejan...
-
Iba a pedirte que me aclarases mis dudas, pero tuve miedo. Entonces quise escribirte que no quería saber nada, pero cerré la ventana. Y ahor...
-
Hella no era muy alta pero sabía mirar por encima del hombro a los demás. Solo vivía de noche, nunca recordaba los días. No era de ningún pa...
-
He creado un segundo aquí mismo, bajo tus pies, sobre la mesa para mis amigas. Se destruirá en el segundo siguiente o quizás, c...
-
Ya no queda nada, ni un resquicio de vía, ni un amago de saludo. Hoy di el último paso. Ya no podré saber nada más de ti. Por fin tuve el v...
-
Me cuesta mucho escribir en mis periodos de felicidad. Parece que solo la cuerda de la tristeza guía mi manos desde la cruceta de las emocio...

1 regalitos:
LLevaba varios noches durmiendo mal, en todas mis pesadillas habia monstruos, cada vez eran mas repulsivos y estaban mas cerca. A veces lograba sortear esos abismos y aparecia en lugares en los que solo estuviera en la infancia. Esos lugares seguian intactos, resplandecientes, con todos sus detalles. Volvi vivir los dias donde viajaba a Madrid ver a mis primos, o parque cerca da pista de tenis: cayera la noche, hacia aire,los aspersores de riego automatico saltaran de repente dibujando semicirculos que se entrelazaban, mi prima Carol y yo corriamos descalzos por la yerba, no me recuerdo de queestabamos asustados, quizas de nuestras sombras de niños que dejabamos atras -el esplendor en la hierba siempre es fugaz-. Solonecesitaba algo de lo que agarrarme, un color, un ruido, un paisaje. Eso era todo lo que me separaba del caos. Salia de mis sueños axudado de ruidos exteriores, asi los golpes del viento contra el tejado me salvaban de un naufragio. Me levantaba de la cama, si era dia abria las ventanas, si era de noche encendia todas las luces.
Publicar un comentario