Ya era de noche en el centro de la ciudad y la última jornada de las rebajas en los grandes almacenes estaba apunto de finalizar. Las chicas corrían de un lado a otro mientras las echaban de las tiendas, pretendiendo entrar en las que cerraban un poco más tarde.
Entre tanto revuelo, solo una tienda estaba abierta y vacía. Era de alta costura, tenía la luz apagada y pocos trajes por barra. Un vestido de lentejuelas llamaba mi atención entre tanta oscuridad. Me acerqué a verlo y entonces... tú. Tu imagen perfectamente definida, tu cara seria tan tierna frente a mí en un sueño definido de tu recuerdo.
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