Cada explicación de menos
es en mi pecho
una bocanada más.
Me ahogaba tu presentimiento
en cada pestañeo,
en cada palabra
que intentaba ser tu cómplice,
que se convertía en nuestra enemiga.
¿Cómo vivir anticipando mi culpa
a mis actos en tu juicio?
El amor no está ciego,
ni lo acompaña la locura.
Tu locura es ciega y mi amor
no es a costa de ella.
martes, 18 de julio de 2017
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