lunes, 8 de agosto de 2016

Ojalá.

No sé si era tarde o era noche. Sé que estaba oscuro, o al menos lo estaba mi corazón. Tú, sentado en el sofá y yo, de pie, mirándote fijamente. En aquella oscuridad iluminada por un flexo te canté de cabo a rabo Ojalá, de Silvio Rodríguez.

Tú sonreías. "Qué bien cantas Mariquita".
Yo te estaba diciendo adiós.


0 regalitos:

Publicar un comentario

Lo más leído