lunes, 25 de mayo de 2015

El no ser no es

      Me da miedo oírte por si es la última vez que te escucho. Por si ya no quieres hablarme, o por si ya no quiero entenderte. Y retengo esa penúltima vez en un cajón que no abro, para que la última sea cuando yo quiera.

       He aprendido a romper papeles para destrozarlo todo, a resquebrajar el pasado y reírme de mi estupidez. Sé que florecen las jacarandas y todo mi corazón se multiplica por cinco.  Soy consciente de que los personajes de mis sueños tienen un ojo morado, como el color de mi bandera. Y no me da miedo ser, ni tampoco no estar.

      Y aún así Parménides a veces no me deja vivir, quitándome el movimiento de las circunstancias. Déjame aceptar que todo se mueve, o remuévemelo todo por dentro. Tú eliges.

1 regalitos:

Anónimo dijo...

No tengo miedo ni esperanza. Desde un hotel exterior al destino, veo una playa negra y, lejanos, los grandes parpados de una ciudad cuyo dolor no me concierne.

Eres sabio y cobarde, estas herido en las mujeres humedas, tu pensamiento es solo recuerdo de la ira.

Antonio Gamoneda

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