Tengo a dos alemanes sentados a mi lado, en esta cafetería. En realidad no sé ni siquiera si son alemanes, podrían ser polacos y no darme ni cuenta. Lo que quiero decir es que no los entiendo.
Serán chicos de mi edad, unos 17 años. Uno fuma y mira el perfi de una rubia resultona. El otro caba de encender su cigarro. Ambos conversan.
A los diez minutos de plantarme aquí a escribir con mi portátil, han entrado dos chicas unos años más pequeñas gritando y alterando todo el ambiente. Mi inspiración ha desaparecido por completo y, como acostumbro a hacer, me he puesto a examinar mi alrededor.
Y una de mis miradas incursoras en el espacio-tiempo ha topado con las de ellos, hemos sonreído, supongo porque no están acostumbrados a tal revuelo por parte de las chicas. Una segunda mirada se ha vuelto a resbalar en los ojos de ese creído rubio que me ha saludo en ademán desafiante con su insano cigarrillo.
Después han murmurado algo mirándome, y el caso es que podrían haber dicho cualquier cosa porque yo no me voy a enterar de nada, por lo que toda esta escena acaba por serme indiferente.
Esta afición mira de mirar insistemente a todo desconocido con ojos desconcertantes, infantiles pero intimidadores, no me va a traer nada bueno.
Serán chicos de mi edad, unos 17 años. Uno fuma y mira el perfi de una rubia resultona. El otro caba de encender su cigarro. Ambos conversan.
A los diez minutos de plantarme aquí a escribir con mi portátil, han entrado dos chicas unos años más pequeñas gritando y alterando todo el ambiente. Mi inspiración ha desaparecido por completo y, como acostumbro a hacer, me he puesto a examinar mi alrededor.
Y una de mis miradas incursoras en el espacio-tiempo ha topado con las de ellos, hemos sonreído, supongo porque no están acostumbrados a tal revuelo por parte de las chicas. Una segunda mirada se ha vuelto a resbalar en los ojos de ese creído rubio que me ha saludo en ademán desafiante con su insano cigarrillo.
Después han murmurado algo mirándome, y el caso es que podrían haber dicho cualquier cosa porque yo no me voy a enterar de nada, por lo que toda esta escena acaba por serme indiferente.
Esta afición mira de mirar insistemente a todo desconocido con ojos desconcertantes, infantiles pero intimidadores, no me va a traer nada bueno.
1 regalitos:
El nombre de la niña era de oro
Cual cosmetico o ruptura
Asi fue ordenado al principio
Estamos viajando mas alla de tu cuerpo
Somos indiferentes insectos
Navidades antiguas, Cristos sin fe
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