martes, 1 de agosto de 2017

El derecho de sentirme frágil sin sentirme culpable

Mi error no fue amarte, sino pensar que me habías desentrañado. En mi vanidad no vi que tú solo necesitabas un delirio fugaz, y que en ningún caso soñarías conmigo. Y ahora me da pena haberme endurecido y ser más real, aunque no me arrepiento. Y ya solo sueño contigo con los ojos cerrados, como cuando beso. 

Pero ya sé que no me viste, que me creaste a voluntad de tu fantasía y yo te ayudé. Sé que cuando quise abrazarte el alma me rechazaste. Mi fragilidad puede ser aterradora, no te culpo. 

Me toco los brazos y me siento verdadera. Ahora quiero sentirme digna de mí.

0 regalitos:

Publicar un comentario

Lo más leído