sábado, 28 de mayo de 2011

Nadia en Llamas

Se oyó una voz desde el final del bus: "¡Nadia tiene que bajar inmediatamente!"
En ese momento Nadia, con la mirada perdida en el infinito y una extraña resignación en la mirada avanzaba con parsimonia y cojeando mecánicamente hasta llegar a la puerta, donde esperó la próxima parada. Entonces se bajó, llovía a mares y se quedó de pie en la parada, siempre con la vista al frente, ida.

Yo la observé mientras el autobús se alejaba. Y en ese momento, Nadia explotó. Su cabello corto y rubio, su escueta figura, sus ojos claros, su piel blanca,todo. Explotó, ardió en llamas, como la dinamita, y con ella toda la parada. Comprendí su resignación.

Cuando llegué al campus, todo parecía haber sido sacado de un película. Y así lo recordé.

0 regalitos:

Publicar un comentario

Lo más leído