En matemáticas hay resultados que se cumplen de manera local, es decir, en cada entorno de un punto, pero que no se cumplen globalmente. A veces es más fácil mirar las situaciones localmente y simplificar en forma de falacia:
1. Toma una propiedad que se dé en entornos de varios puntos que forman un conjunto P.
2. Haz de ella una propiedad global.
Problema: Es posible que la propiedad que has creado no se satisfaga, aunque lo haga en algunos entornos locales de algunos puntos.
Solución: Crea una superficie diferente H', que contenga P y en la que se satisfaga de forma global la condición.
Ahora tu realidad es inamovible, con tu historia-superficie H hecha a tu medida, para que te resulte fácil comprender que está pasando, para poder aferrarte a ella, para poder contársela a todos si te preguntan que pasó.
Y ahora encárame, álzame la voz, hiéreme con tu verdad, con todo lo que he compartido contigo, con tu puzzle H'. Sé dañino, no seas dialogante y obvia H\setminus P.
En matemáticas, a veces crees tener la respuesta a un problema. Estás seguro, estás eufórico. Lo has resuelto, al fin. Y entonces, horas, días incluso semanas más tarde puede ser que te percates de que lo que has hecho no tiene ningún sentido. Que H' no está bien definido.
Y hayas borrado la definición de H.
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