Me sigues sacando una sonrisa triste.
Mis labios maduran en mi libertad,
contemplan tu niñez eterna,
tu miedo a los aplausos,
los que solo recibes cuando te vas.
Me siguen enterneciendo,
tus ganas de sacarnos una sonrisa,
una curva convexa de tu ego,
una canción que se grita,
para emborronar el pasado.
Y luego pasa un día
y me canso de mi estrategia,
una inspiración vacía,
un sueño deconstruído,
para incriminar mis letras.
viernes, 21 de julio de 2017
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