Algo raro estaba pasando el centro de la gran ciudad asiática, todo el mundo estaba corriendo de un lado para otro arbitrariamente. Un chica con un bastón estaba petrificada en equilibrio sobre la barandilla de un balcón. Era de noche, y solo una persona estaba en calma: Un chico rubio de profundos ojos azules estaba apoyado en la pared de ladrillos de un callejón mirando a la japonesa petrificada.
El chico se giró y me miró mientras me dirigía una sonrisa encantadora. Hipnóticamente me acerqué a él. - ¿Qué está pasando?- Le pregunté en un tono casi imperceptible.
- Hay muchas arañas en tu mente.- Me contestó.- Que suave era su piel y que profundos sus ojos claros. ¿Te recuerdo a él, verdad?
"¿A qué se estará refiriendo?" pensé " Es imposible que sea a... ¡No, no! Es imposible ¡No tiene derecho a nombrarlo! ¡Lo mataré!
-Tú no vas a matarme - continuó- , puedo escuchar los pensamientos más profundos de cada persona y mi maestro ha hecho que todas estas personas puedan hacerlo también pero, como ves, enloquecerán de un momento a otro, si no lo han hecho ya. La cuestión es ¿Por qué tu no los escuchas?
Me esforcé al máximo para escuchar alguna voz en vano. Solo el susurro de aquellos labios fríos me calaba el cerebro, traduciéndome instantáneamente mis pensamientos sobre ti. En efecto, esto es un sueño de tu recuerdo pensado.
domingo, 14 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lo más leído
-
En estos casi dos años he pensado algunas veces en este blog. He pensado en cerrarlo, en cambiarle el nombre, en archivarlo porque, aunque ...
-
Hola Marzo. Ya estás aquí otra vez para enfrentarme conmigo. Me recuerdas que se escurren por mis piernas mis planes de futuro manchad...
-
Me duele la inteligencia (y la "intelijencia" que daba el nombre de las cosas). ¿Sabes por qué? Porque no da el nombre de...
-
Estoy pensando en una mujer cuyo nombre desconozco, de la que solo oí hablar en una ocasión. Una chica irrelevante en la historia, con...
-
Un día escribo Madrid y por la noche, en mi sueño, me instas sin piedad a que deje de hacer el ridículo. Haces que otros que se llaman com...
-
Tengo tiempo de enredarme en el hastío de medio sonreírte de ser mitad huella en hojas de algodón vacío de ser mitad objeto de una comp...
-
¿Qué despiertas en mí ahora que sonrío si te leo? ¿Qué pasa si tu crueldad ya solo me despierta ternura? ¿Qué ocurre si tu cara me resulta...
-
Lourdes llevaba ya como quince hijos en su haber y a estas alturas de la película no le importaba para nada experimentar. Así que allí esta...
-
Desgarrada la nube; el arco iris brillando ya en el cielo, y en un fanal de lluvia . y sol el campo envuelto. Desperté. ¿Quién entu...
0 regalitos:
Publicar un comentario