sábado, 27 de febrero de 2016

14 de febrero

14 de febrero de 2016

Ni siquiera me regalas tu cara,
tu expresión indiferente,
y tiene que llegar la mañana
para que me enseñes tu frente.

Me duermo mirando tu nuca,
sin tener tu abrazo.
Intentando no molestarte nunca
para ser digna a veces de tu mano.

Me acerco a ti todo lo que puedo,
oliendo el tierno refugio
de un trocito de tu piel
como un perrito se acurruca
junto a su dueño.

Nueve de febrero

Nueve de febrero de 2016.

Atesoras tu sufrimiento, porque no cuesta nada. Hundirse en tus miserias es gratis.

"Sácame, porque yo no te pienso sacar de las tuyas. No me importan nada tus problemas, estoy demasiado ocupado en mi tristeza. Sé feliz por los dos, y yo ya veré si me permito el lujo de hacerte sonreir de vez en cuando. ¡Ah! pero yo no te estoy pidiendo nada, tú puedes hacer lo que quieras. Solo me encargo de que sepas las consecuencias de que te hundas conmigo. Huiré de ti en cuanto te des la vuelta. Triste y desolado. Y siempre por tu bien."

Que espantosa careta de felicidad y ternura te pusiste, haciendo sinónimos la fidelidad y el compromiso. Como un camello, me diste una buena dosis de droga para luego cobrarme por dosis pequeñitas, que solo me hacen agotar mis recursos para conseguir más. Y si un día desfallezco y decido estar sobria...

"¿Qué te pasa? Estás más rara..."

Y si te digo que me pasa te estoy atacando, te estoy desanimando. Estoy tan cansada...

Lo más leído