lunes, 25 de mayo de 2015

El no ser no es

      Me da miedo oírte por si es la última vez que te escucho. Por si ya no quieres hablarme, o por si ya no quiero entenderte. Y retengo esa penúltima vez en un cajón que no abro, para que la última sea cuando yo quiera.

       He aprendido a romper papeles para destrozarlo todo, a resquebrajar el pasado y reírme de mi estupidez. Sé que florecen las jacarandas y todo mi corazón se multiplica por cinco.  Soy consciente de que los personajes de mis sueños tienen un ojo morado, como el color de mi bandera. Y no me da miedo ser, ni tampoco no estar.

      Y aún así Parménides a veces no me deja vivir, quitándome el movimiento de las circunstancias. Déjame aceptar que todo se mueve, o remuévemelo todo por dentro. Tú eliges.

domingo, 24 de mayo de 2015

La arista incidente.

      Es verdad que en mi universo en dimensión cero, como en aquella película, en mi Puntolandia, hay una cosa que importa más que muchas cosas: Sentirse importante. Y es que si en tu punto, en ti, no eres tú lo más importante, ya no hay nada. 

      Por eso a veces nos gusta sentir una conexión, una arista que llega desde otro punto distante, que no sabías que existía. Es una arista que ha roto el esquema de árbol, y cierra un ciclo desde dos niveles más arriba.

     Quizás está demasiado arriba, y nunca se me dio demasiado bien escalar. Pero gracias a quien corresponda por cerrarme un ciclo, por arrasar con esos caminos tan largos, que no conducen a nada. Hoy mi día ha sido un poco diferente en mi interior.

viernes, 22 de mayo de 2015

Me condenas a un juicio eterno

     Cuanto  menos tenga que ver contigo mejor. Todo lo que te rodea me hunde. Tú me hundes. No sé si inconsciente o consciente quieres que me avergüence de lo que soy, que "mejore", que sea mejor persona. Y en cada palabra nos matas un poquito más. Estoy harta de estar atada, toda la vida atada a alguien que no le gusto, que me detesta, con la que tengo que medir mis palabras, pero a la que también le molesta que las mida.

    No sé que esperas de mí. ¿Que sea como tú? Solo quieres que sea como yo, pero a la vez no. Estás por encima de mis sentimientos, eso ya me lo has dejado claro. Ojalá pudiera romperte, pero rompo otras cosas, como notas estúpidas. Ojalá pudieras meterte dentro de mí y sentir todo el daño que me haces.

    Creo que compartimos el deseo de haber nacido en sitios distintos. Y creo que, como a tantas otras personas, solo quiero a una parte de ti que se proyecta en una sombra del pasado. Y de tanto no quererme por como soy, callas mi voz y mis canciones, y me convierto en un robot patético. Así que muchas gracias.

domingo, 17 de mayo de 2015

Construyéndote, destruyéndote.

Te fabriqué un fantasma de éxtasis,
lo disfrutaste con vanidad.
En realidad lo construí para mí,
pero te gustó verte irreal.

Te moldeé un modelo de ensueño
para que lo ajustases a mi verdad.
Mi espectro era torpe y astuto
y era todo sinceridad.

Te hice un palacio de plastilina
que acuchillabas sin derrocar.
Se derritió con cuarenta grados,
las polillas se lo llevaron sin más.

Me lo dejé todo preparado,
vestido de alucinación.
Y yo también quería tener
una doble doble de cartón.

No tenías ni modelo,
ni lápices, ni color.
Pero no importa lo que tú hagas de mí
importa lo que de ti haga yo.

Son mis sombras mi universo
y tu sombra la construye mi amor
Tú puedes ser lo contrario,
basta que no se entere mi corazón.



.

martes, 12 de mayo de 2015

Escríbeme algo para ti.

      Me da miedo cuando escribes porque sé que estás preso de tu huida. Estás atrapado en una indiferencia imposible y te llenas de anécdotas que no te importan, para que le importen a alguien. 

    Yo también he escrito a veces desde una jaula, lapidándome con cada kilómetro que recorría, remantándome con la reciprocidad de la dirección contraria.

        Me encantaría que escribieses para ti, de verdad. Solo cuando te diriges a ti dejas de escapar hacia tu mismo problema. Escríbele a tu corazón en un blog medio muerto.

             

domingo, 10 de mayo de 2015

Sueño en un coche de tu recuerdo

    "Estás tan loca que vendrías mañana mismo a Madrid ¿verdad?" Me decías en mi sueño, mientras me mirabas desde tu otro asiento en la parte de atrás del coche de tu padre, o el mío, yo que sé. Yo no hablaba, porque ya no hablaba, pero decía que sí. Y entonces te abalanzabas y te sentía, como siempre, y me dabas un beso frío, como nunca. 

    Vi a tu padre, o al mío, sonreír en el espejo retrovisor. Decidió que el viaje sería más largo, para que pudieras congelarme más tiempo. Por las ventanas se reflejaba el sol, como un huevo roto, que sólo era otro reflejo en los cristales de las urbanizaciones de la sierra de Córdoba. 

    Por mi parte, solo podía hacer una cosa, odiarnos. A ti y a mí, como una partícula llena de olvido que flota en el aire y se mete en mis sueños. Nos odio. 

sábado, 9 de mayo de 2015

12 en total, como diciembre.

     La tiró por la ventana y salió un tres. Odiaba el tres, lo detestaba por ser anodino y seco, por ser común. Dios santo, ¿qué clase de futuro le esperaba con un tres? Lo vio claro, con una sonrisa de disimulo abandonó el jardín, el tablero de juego.

   Lo que no sabía es que por las otras cinco caras tenía dibujado un cuatro, su número preferido.

viernes, 8 de mayo de 2015

¿Dónde está la trampa?

¿Te acuerdas María cuando sabías que ibas a caer en la trampa?  Sí, sí, me avisé y todo. No quería jugar y aún así perdí sin remedio. Fue cuando dejé de saber que había una trampa, cuando viendo bien me puse las gafas de un miope con ocho dioptrías. 

Pero qué guapa estoy con gafas, aunque no las necesite.

domingo, 3 de mayo de 2015

Ni quince pensamientos, ni siquiera uno.

Es que no me importa, de verdad. No eres importante. Igual que yo no lo fui en su día para otra persona. Especial no es importante. Lo físico solo es físico si no trasciende de lo espiritual. Y dime, ¿cuándo has entendido tú que mi espíritu se haya comunicado con el tuyo?

Cuando disparo mis palabras lejos de tu diana, y se clavan en los árboles, mi alma está paseando sola por el bosque. Es por eso que no me interesa escuchar lo que tengas que aportarme, porque estoy escondida detrás  de tu objetivo. Y me aburre que le hables al espejo en el que me reflejo desde tu espalda, y que pintes en el cristal barrotes de tiza. Qué estupidez, Platón se reiría en tu cara.

Lo más leído