sábado, 19 de febrero de 2011

Siempre tendrás..

"Siempre tendrás una parte de mi corazón, pero tienes que entender que esto se acabó."


"No pienso rendirme , nunca."


Y en realidad, eso le dijo él a mi corazón, que no entendía de razones. No pensaba rendirse,nunca. Y se automutilaba.


Su discurso era claro, yo era su pasado. Feliz, pero siempre pasado. Y en la absurda paradoja espaciotemporal del amor, mi corazón continua viviendo en aquel tiempo oscuro alumbrado por la luz blanca de su flexo. Yo odiaba la luz blanca pero él siempre decía "Es la mejor luz para estudiar". Y cuanto más retrocedo en el tiempo, más cálida se vuelve su luz, y más recuerdo como me gustaba besarle mientras acariciaba su torso, duro y suave. Sí, mi corazón vive a contratiempo. No así la razón, que continúa en una línea más que verosímil alejándose de los sentimientos y creando unos nuevos, que no sé si son verdaderos, porque no son fuertes, no son adolescentes.


Y su exposición sobre su condición es clara, ya no es ni luz cálida ni luz blanca. Es otra persona, mayor y probablemente cada vez más desconocida con el paso de los años pero que se parece peligrosamente a aquella que avasalla mi mente diariamente.


Y su declaración de intenciones es más que factible. Le quiere dedicar algunas horas de su tiempo anual a la dueña de un infinitesimal pedazito de su corazón. Y en esas horas, con su naturalidad, su seriedad encantandora y dulce e íncomodo silencio, me vuelve a demostrar que no es tan diferente, que en los resquicios de sus ojos sigue siendo el mismo de siempre y que me he vuelto a perder otro año más en la luz blanca del flexo de su antigua habitación.


Por eso creo que tu declaración de intenciones no es justa. Porque yo entiendo que esto se acabó, que no somos ya los que fuimos, que ahora hay otra persona en tu vida y que deseas de todo corazón que yo encuentre a alguien de quien enamorarme de verdad.


Pero no puedo evitarlo, no me hace caso. Mi corazón no piensa rendirse, nunca.

domingo, 6 de febrero de 2011

Piezas

Y si te vuelvo a enseñar el corazón, le das otra patada malintencionada. Porque no puedes ser feliz si no controlas la situación.

Eso hace el minino que araña, sin intentar componer el puzzle cuando le has dado todas las piezas.

sábado, 5 de febrero de 2011

Errores Cíclicos

Hace mucho tiempo, yo cometí un gran error dejándole escapar. ¿Vas a cometer tú el mismo error dejándome escapar a mí?

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